Le ponen un bypass gástrico por ser obesa y ahora la delgadez extrema puede matarla

cuatro.com 29/08/2013 07:46

Tracey McLaughlin sufría de obesidad mórbida y apenas podía moverse por sí misma, al punto que vivía sobre una silla de ruedas, según publicó el Daily Mail.

Los médicos le aconsejaron la colocación de un bypass gástrico para superar la artritis paralizante que amenazaba con dejarla inválida de por vida.

El dispositivo colocado en su estómago la ayudó a bajar de los 120 a 31 kilogramos y ahora la mujer de 51 años ha pasado de la obesidad a la delgadez extrema, porque no deja de perder peso, sin que los médicos encuentren una explicación.

Tracey McLaughlin se sometió a la operación en 2010 y al principio estaba feliz con el resultado. Sin embargo, tres años después los médicos vuelven a advertirle que su vida corre peligro.

La mujer está tan débil que pasa casi todo el día tumbada y la ropa que se compra es la que venden en la sección infantil para niños de 10 u 11 años.

La hipótesis de los médicos sobre la peligrosa pérdida de peso de McLaughlin es que el tejido de la cicatriz en su estómago podría estar afectando a las células que absorben los alimentos.

La británica ha contado que trata de comer alimentos que engordan, como galletas, tocino, pero esto no resuleve el problema y su problema también la afecta anímicamente, porque su cara hundida y sus costillas sobresaliente agudizan su estado.

"Mi cuerpo está demacrado. Me aterroriza que podía morir de hambre. "

Los médicos la han sometido a un TAC pero el escáner tampoco reveló qué pasa en el interior de Tracey McLaughlin. Los médicos le han advertido que si sigue perdiendo peso tendrán que suministrarle los nutrientes a su cuerpo a través de una vía permanente.