Según informa el Daily Mail, se conocieron el año 2015 a través de unos amigos que tenían en común. Meses después abrieron una cuenta bancaria compartida para comprar un anillo de compromiso y dos alianzas para la boda. En total se gastaron casi 15.000 euros.
Pero diez días antes de la boda, y después de estar prometidos durante más de tres meses, el novio decidió echarse atrás, y canceló la boda con Winnie Chu Ling Su.
Al cancelar la boda, Edwin exigió a su ex prometida que le devolviera el anillo que se habían comprado. Además, debería devolverle 5.000 euros de regalos muy caros: un collar de diamantes y un bolso de Louis Vuitton más 1.000 euros en efectivo.
El novio alegaba que habían realizado un acuerdo verbal y se había acordado que todos los objetos y los regalos que tenían en común “volverían a su legítimo dueño” una vez se separasen.
Siguiendo esa filosofía, Winnie le exigió a Edwin que se quitase los zapatos, pues los había comprado ella. Además fue hasta la casa de sus suegros para recoger todos los regalos que les había hecho a él y sus padres hasta el momento. Sin quedar satisfecho con esto, el prometido le pidió que devolviese también los tres anillos y los regalos de la boda.
Winnie se negó rotundamente, por lo que Edwin decidió acudir a los Tribunales.
El magistrado Rodney Brender fue quién llevó el caso. Consultó diversos casos para dictar su sentencia, pero la resolución fue que el anillo de compromiso no puede ser devuelto porque "el regalo de un anillo de compromiso debe ser visto como incondicional". Además, el "breve intercambio de palabras en un ambiente doméstico" no es válido como contrato.
La sentencia final de este caso, según el magistrado, fue la devolución al señor Toh de las dos alianzas de compromiso, ya que fueron compradas en "contemplación del matrimonio", el cual nunca será llevado a cabo, más los 1.000 euros en efectivo provenientes de la cuenta conjunta.