Un estudio confirma los beneficios de reducir el colesterol LDL en los pacientes con cardiopatía isquémica

EUROPA PRESS 22/03/2017 12:56

Este trabajo, centrado en el papel de los inhibidores de PCSK9 para el control lipídico de los pacientes con cardiopatía isquémica y alto riesgo cardiovascular, confirma "la teoría lipídica de que el colesterol LDL, cuanto más bajo, mejor. Y no solo es importante bajarlo con las estatinas, sino que hay otros fármacos que demuestran y superan este potencial, los inhibidores de PCSK9", señala Escobar.

Actualmente, en el paciente con cardiopatía isquémica el objetivo es alcanzar un colesterol LDL

En el estudio participaron 27.564 pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica establecida, que se randomizaron en dos grupos para recibir el anti-PCSK9 evolocumab o placebo. Al inicio del estudio, todos los pacientes estaban en terapia con estatinas para controlar los niveles de colesterol.

A las 48 semanas, los pacientes a cuya terapia se añadió evolocumab redujeron los niveles de LDL un 59% de media comparado con placebo. Específicamente, se bajó a 70mg/dl o menos en el 87% de los casos, a 40 mg/dl en un 67% de los pacientes y a niveles aún inferiores, de 25mg/dl, en el 42% de pacientes; frente al 18%, 0,5% y 0,1%, respectivamente, del grupo tratado con placebo.

En términos de eventos cardiovasculares, los pacientes tratados con evolocumab sufrieron menos infartos de miocardio e ictus y requirieron menos hospitalizaciones por angina inestable o revascularización coronaria (9,8% de eventos frente a 11,3% en el grupo placebo).

"Estábamos expectantes de los resultados, porque teníamos la experiencia previa de otros fármacos hipolipemiantes que parecía que iban a mejorar el pronóstico, pero no terminaba de confirmarse en los estudios. Sin embargo, esta vez contamos con una clara evidencia de este nuevo grupo farmacológico que cambiará el escenario de los pacientes con colesterol y alto riesgo cardiovascular", añade Escobar.

Por el momento, la indicación de los anti-PCSK9 será en segunda línea, para aquellos pacientes que no logran alcanzar el objetivo lipídico solo con los fármacos clásicos (estatinas). Sin embargo, "merecerá la pena estudiar su uso desde el inicio en los casos que no toleran bien las estatinas o no responden a ellas", puntualiza el experto.