El empleado encontró al bebé con un pañal puesto y una etiqueta del hospital Regions, en Saint Paul, a 75 kilómetros de distancia del negocio.
El pequeño tenía aproximadamente 22 semanas de gestación y, según informaban medios locales, nació muerto. Había sido envuelto en sábanas del hospital para ser transportado a la morgue. Un error del centro hospitalario provocó que los restos se enviaran al servicio de lavandería.
El personal de la lavandería se puso en contacto con el hospital, e inmediatamente acudieron a recuperar los restos del bebé antes de que llegaran las autoridades policiales.
"Fue un terrible error y estamos profundamente avergonzados", dijo la directora de Enfermería del hospital Regions, Chris Boese, según recoge RT Actualidad. "Estamos trabajando para identificar el problema que se produjo en nuestro sistema y asegurarnos de que esto no vuelva a suceder", agregó.
De momento la Policía intenta descubrir cómo pudo llegar el cuerpo del pequeño a una pila de ropa sucia. Cuando nace un bebé muerto, el centro hospitalario ofrece a los familiares la opción de ocuparse de los restos, mediante el entierro o la incineración.