El personal del hotel Howard Johnson, ubicado en las proximidades de la ciudad canadiense Niagara Falls aún continúa atónito e impresionado ante lo que pudieron contemplar en una de sus habitaciones.
Alarmado por el ruido de un llanto desconsolado, un trabajador responsable de mantenimiento en el hotel se acercó a comprobar qué sucedía en el lugar del que procedía. Fue entonces cuando descubrió, incrédulo ante lo que estaba viendo, que aquel llanto era el de un bebé y venía, –a pesar de no querer creerlo–, de la caja fuerte que había en la habitación del hotel.
Con unas dimensiones de 50 cm x 35cm x 43 cm, el pequeño, cuya edad se cree que no llega al año, había sido encerrado allí por sus padres antes de abandonar la habitación.
Ante este suceso, los miembros del hotel avisaron a las autoridades, que se encuentran ahora en la búsqueda de los padres con el objetivo de determinar qué tipo de cuidados tenía el pequeño y cómo ha podido terminar encerrado en la caja fuerte.
"En estos momentos, no sabemos si es algo más que un accidente evitable", explicó la detective Amanda Sanders, de la Policía regional de Niagara, en declaraciones recogidas por Mirror.
Según los últimos datos recogidos en la investigación, la familia es originaria de Brooklyn, Nueva York, y se cree que la pareja fue vista viajando en una furgoneta gris de la marca Ford. Los servicios de vigilancia fronterizos ya han sido alertados y hasta el momento ninguna furgoneta que cumpla con esta descripción ha sido avistada.