Con sólo 7 años, Bana Alabed capturó la atención de medio mundo a través de su cuenta de Twitter, desde la que contaba los horrores que vivía en Alepo día tras día. Ahora, esta pequeña cronista de guerra, ha escrito un libro que verá la luz en otoño y que relata cómo es la vida entre bombardeos y escombros.
Desde su cuenta de Twitter, Bana anunció que su libro sería publicado por la editorial Simon & Schuster y añadió que “el mundo debe acabar con todas las guerras ya en todas partes del mundo”.
Sus memorias,‘Dead World’, también contarán la historia de cómo ella y su familia escaparon de la guerra en Siria y cómo están reconstruyendo sus vidas, lejos de su hogar, según informa el diario británico The Independent.
Emocionada ante la perspectiva de su libro, Bana aseguró estar feliz por tener la oportunidad de poder contar al mundo su historia y la de Alepo. "Espero que mi libro ayude a que el mundo haga algo por los niños y el pueblo de Siria y traiga paz a los niños de todo el mundo que viven en la guerra".
Bana ha ido documentando los ataques aéreos sobre Alepo desde septiembre pasado después de que su madre Fatemeh le ayudase a crearse una cuenta de Twitter. En diciembre, Bana y su familia fueron desplazadados del este de Alepo a Turquía después de que la ciudad cayera bajo el control del gobierno sirio.
La editora de Simon & Schuster, Christine Pride, dijo que estaba "cautivada" por los tweets de Bana sobre Siria. "Recordando a heroínas jóvenes icónicas como Malala Yousafzai, las experiencias y el mensaje de Bana trascendieron los titulares y atravesaron el ruido político y los debates para recordarnos el costo humano de la guerra y el desplazamiento", aseguró.
Pero las tensiones diplomáticas sobre el conflicto sirio continúan aumentando después de que Rusia vetase una resolución de la ONU en la que se condenaba al gobierno de Bashar al-Assad por el uso de armas químicas en Siria. Mientras tanto, el gobierno sirio negó su participación en el ataque tóxico, culpando a los grupos rebeldes, y contradiciendo así la postura de la comunidad internacional.
Tras el ataque, Bana sorprendió a sus más de 370.000 seguidores al agradecer a Donald Trump los ataques aéreos “contra los asesinos de mi pueblo”. Sea como sea, la cara de Bana ha servido como muestra representativa de una guerra, la de Siria, que se está llevando por delante al 27% de los niños en este país.