Cuando Amanda Berry logró escapar y llamar a la policía le dijo a la operador el nombre de su carcelero: Ariel Castro de unos 52 años.
Los medios estadounidenses han sido prudentes en no publicar el nombre, ni la foto, pero en la red social, la imagen del dueño de la casa, donde las tres jóvenes permanecieron prisioneras durante diez años ya circula.
Los vecinos del tranquilo conductor de autobús, de origen puertorriqueño, aseguran que "nunca vieron nada sospechoso" ni en su casa, ni en la conducta de este hombre, según ha publicado la CNN.
El tío de Ariel Castro y sus dos hermanos, también detenidos, dijo que la familia había crecido en el mismo barrio y que conocían a los parientes de Georgina "Gina" DeJesus, una de las jóvenes secuestradas.
Durante un tiempo, Ariel Castro trabajó como conductor de autobús de transporte escolar de Cleveland, pero no ha trascendido cuándo ni porqué razones dejó este empleo.