La anciana 'sin techo' golpeada en la calle viaja a Rumanía para pasar las Navidades

Noticias Cuatro / Agencias 27/11/2017 16:38

Así ha informado a Europa Press Lagarde, el activista en favor de las personas sin hogar, que ha seguido el caso de Flor tras su agresión. La mujer ha podido marcharse gracias a la ayuda de SAMUR Social, que ha pagado los billetes, y tras pasar el fin de semana durmiendo en un hotel pagado por una persona solidaria.

El sábado la Policía le tomó una última declaración, en la que reafirma que varios jóvenes que no conocía la madrugada del jueves le patearon y le golpearon la cara mientras dormía en un recoveco de la calle Cardenal Cisneros. Además, ha contado a los agentes que le robaron el dinero que ahorraba para el viaje a su país.

La Policía estaría investigando esta hipótesis, es decir, una agresión y delito de odio por aporafobia más el robo; y una segunda, que consistiría en una agresión para sustraerle el dinero que llevaba colgado en un bolso del cuello por parte de una persona que conociera que lo guardaba.

Lagarde ha señalado que Flor pasará dos meses con parte de su familia, que también es muy pobre, en Rumanía. De hecho, la anciana ayuda a un nieto enfermo y al resto con lo que puede de lo que recauda en la calle.

Pero su vuelta a España en 2018 va a ser distinta este año, ya que ha aceptado el ofrecimiento de una mujer llamada Alejandra para que viva en su casa, ya que se niega a dormir en un albergue por las malas experiencias que ha tenido en el pasado.

El activista ha explicado que ha recibido decenas de mensajes estos días de solidaridad con el caso de Flor, entre ellos los de mucha gente que le ha ofrecido también cobijo y/o dinero. "Una profesora le ha dado 250 euros esta mañana en la estación de Méndez Álvaro, otra persona le dejó en el hostal por la noche 200 euros", ha dicho, entre otros ejemplo.

Lagarde ha recordado que "existen muchas Flor en las calles de España" que necesitan la ayuda de la ciudadanía y especialmente de las instituciones. De hecho, anoche hizo un recorrido por la Plaza Mayor y calles aledañas de Madrid, donde duermen al raso decenas de personas, y se encontró con tres casos de hipotermia, que fueron recogidas en ambulancia.

"Vi una pelea por ver quien se quedaba con el sitio donde sale el calor del Metro. Aquí, a diferencia de otras ciudades como Sevilla, los cajeros están cerrados por las noches y no pueden guarecerse allí. También me encontré a un joven llorando de frío sobre las 5.00 horas con 2 grados. Lleva una semana en la calle y abandonó la carrera de ingeniería mecánica para venir a la capital de las oportunidades para ayudar a su familia a salir de la pobreza", ha señalado el activista entre otros ejemplos.