Morata no tendrá pelo el la cabeza, pero sí una gran solidaridad. No es la primera vez que apoya esta causa y con este gesto trata de alentar a los niños, deja a un lado su imagen y se preocupa sólo de apoyar. El delantero apareció así en el Santiago Bernabeu ante la mirada de todo el estadio.
Es curioso como parece que la vida quiso devolverle el buen gesto y le recompensó con un golazo. Morata creó con su pierna una genialidad que acabó colándose por la escuadra. Con un marcador muy holgado de 4-0 para el Real Madrid el delantero de tan sólo 21 años pudo concederle una manita a su equipo regalarle un gol a los niños con cáncer.