Los móviles son el arma indispensable de los acosadores escolares, porque graban lo que hacen. Como cinco alumnos de un instituto en Girona. Pero no esperaban encontrarse con el brazo de hierro de una directora que les ha denunciado a la policía. Ha ocurrido en un instituto de Llança, Gerona. Tuvieron que ver el documental de Amanda Tood, la canadiense de 15 años que se suicidó por el acoso de sus compañeros, para que se dieran cuenta del daño que hacían. La policía dio una charla ilustrada con el caso de Amanda a todos los alumnos, tras la cual cinco chavales de entre 13 y 19 años confesaron ser los ciberacosadores. Lo más probable es que los chicos, que han sido denunciados, sean castigados a hacer trabajos sociales.