"La educación es un instrumento esencial para combatir la pobreza y romper la trasmisión intergeneracional de la exclusión social, la violencia, la desigualdad y la ruptura familiar", ha recordado el presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, Pedro Puig.
Pese a ello, en ocasiones los menores se enfrentan con dificultades para tener un correcto desempeño en el colegio, debido a la situación económica de sus hogares, con un bajo nivel adquisitivo, con dificultades para pagar la electricidad y mantener la vivienda caliente en los meses de invierno, que no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días ni hacer frente a gastos imprevistos.
Por esta razón, el abandono escolar prematuro supera el 40% en el sector más desfavorecido de la sociedad en un país en el que la tasa se sitúa en el 19,3%, la segunda más alta de Europa y más del doble de la media de la UE, según ha recordado la ONG.