Así, a pesar de que la Península Ibérica y Baleares se encuentran en riesgo extremo, el riesgo disminuye en la Cornisa Cantábrica y en gran parte de Castilla-La Mancha, el norte de Andalucía y Badajoz.
Los niveles de riesgo de incendios forestales se generan automáticamente a partir de datos meteorológicos y de modelos numéricos de predicción del tiempo.