Y es que un desconocido alertó a la policía de Florida de que el cantante y su gente llevaba drogas en su equipaje.
Lo que en otro momento hubiera sido un chivatazo anónimo sin credibilidad ni importancia, esta vez llevó a la policía a investigarlo. Perros y policías se encargaron de registrar el equipo de Justin y sus compañeros de gira mientras el cantante aprovechó la espera para dedicarse a sus fans.
Finalmente, los efectivos de policía no encontraron nada pero tampoco hubiera sido una novedad, ya que como hemos contado su autobús ha sido sorprendido en dos ocasiones con marihuana.
Un susto más que ni inmutó a Justin después de que un juez americano se esté planteando prohibirle la entrada a EE.UU por la paliza que sus guardaespaldas le dieron a un hombre.
El canadiense continuó con sus planes y voló a Miami en un jet privado. Allí ha aprovechado para salir de fiesta con Jay-Z y Kevin Hart.