Cristopher Wheeler, de 41 años, está acusado de abusar de su hija pequeña. Concretamente, de golpearla y arañarla. Sin embargo, no es eso lo que ha precipitado su ingreso en prisión.
La policía de Florida, Estados Unidos, donde se contextualizan los hechos, considera que en su dispositivo móvil podrían existir pruebas, imágenes que acreditarían el presunto abuso.
Es por ello por lo que le solicitaron la contraseña del terminal, para poder acceder a él y extraer la información.
Sin embargo, Wheeler se negó a facilitar el número de seguridad, algo que él contradice, como recoge Daily Mail:
“Juro que les he dado la contraseña”, dijo ante los jueces del condado de Broward, donde tiene lugar el juicio.
Pero lo cierto es que cuando el código de seguridad que le dio a los policías no sirvió para tener acceso a su móvil, el juez ordenó su ingreso en prisión por desacato al tribunal.
En total, 180 días entre rejas. Y es que en Florida, a los policías se les ha concedido el poder de solicitar y exigir las contraseñas a los sospechosos de estar involucrados en delitos como este. Si bien es cierto que esta potestad aún debe ser ratificada o no en el Tribunal Supremo, dejando su futuro en el aire.
Ahora, Wheeler podrá presentar una apelación a la decisión adoptada, así como facilitar el código de seguridad correcto a la policía, con lo que saldría de la cárcel.