El asteroide, de un kilómetro de diámetro, se acerca a unos 14,5 kilómetros por segundo. Sin embargo, los investigadores estadounideneses son positivos y plantean soluciones para evitar la colisión que estiman que se producirá el 16 de marzo de 2880. Según la revista digital RT, los expertos descartan que destruírlo sea la mejor opción, puesto que podría causar grandes impactos. Proponen la opción de cambiar la superficie del planetoide para que su ruptura se produzca lo más lejos posible del planeta Tierra.
Tras el impacto de un asteroide en 2013 en Chelyabinsk, Rusia, el estudio cada vez es más exahustivo. Cada día, estos investigadores, realizan nuevos estudios para salvar la Tierra del impacto de asteroides.