Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el primer joven una pena de 33 años de cárcel por abusos sexuales, prostitución, corrupción de menores y provocación sexual, pero finalmente la pena se ha rebajado hasta los 15 años y medio al reconocer los hechos que se le imputan y eliminar dos delitos de prostitución. Así mismo, para el otro hombre acusado en el procedimiento, el ministerio fiscal le pedía una pena de 11 años de cárcel, que también se ha rebajado hasta los seis años.
Los hechos se remontan al año 2010, cuando el menor de 9 años se desplazaba los fines de semana hasta la vivienda de su abuela, ubicada en Gandia, donde se encontraba su hermano mayor. Éste aprovechó en diferentes ocasiones para abusar de él cuando se encontraban a solas en la habitación que ambos compartían.
Además, a finales de 2011 y en otras ocasiones en 2012, el joven convenció a su hermano pequeño para que se montara en su coche y se lo llevó hasta Moixent, donde recogieron al otro condenado para dirigirse a una caseta de campo propiedad del padre de éste último. Allí, mientras el joven procesado vigilaba, el hombre abusó del hermano.
Así, el joven se encargaba de organizar encuentros sexuales entre su hermano menor y el otro procesado con el ánimo de obtener un beneficio económico. Luego, parte del dinero que obtenía se lo daba a su hermano. Los hechos se extendieron también a otro menor, de 12 años en ese momento, sobre el que el joven también abusó y concertó encuentros sexuales con otros individuos no identificados. Por estos hechos también recibió dinero.