El joven de 25 años Collin Mullane tenía asumido que era el 'amigo gordito' de su grupo. Pero un año después de la advetencia de sus padres, su físico y su apodo han cambiado. Ahora, todos sus amigos le llaman 'Fatboy Slim' (Chico gordo-delgado), como informa The Mirror.
Collin, recibió como regalo de Navidad un conjunto de máquinas para montar un gimnasio propio en el garaje de su casa. A partir de ese momento, el joven tomó la decisión de cambiar su estilo de vida y ponerse en forma.
"Mis padres me compraron intrumentos de gimnasio y fue realmente una patada en el trasero. Fue una llamada de atención", ha asegurado Mullane.
365 días más tarde, Collin puede decir orgulloso que ha logrado su objetivo. Ha perdido 38 kilos. De pesar 108 kilos, su peso se situa ahora en 69'8. Un cambio radical que se debe a dos claves: hacer ejercicio cinco días a la semana y comer una dieta equilibrada. Ha apartado de su vida la comida basura y los excesos por la noche, y lo ha sustituido por verdudas, frutas y alimentos altos en proteínas.
Así lo ha mostrado en su cuenta de Twitter, donde anima a otros jóvenes a conseguirlo mostrando las fotos de sus cambios.
"Entreno cinco días a la semana y ahora lo hago porque realmente lo disfruto. Realmente ha sido un cambio de estilo de vida".