Como suele ocurrir en las movilizaciones sociales, unos y otros han presentado cifras bastante distantes sobre el seguimiento de la segunda huelga general convocada en Francia a raíz de la crisis y contra los recortes de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, las cifras de la policía y las de los sindicatos coinciden en que la movilización ha sido superior a la de las huelga del pasado 29 de enero, lo que ya supone un triunfo para los convocantes.
Las cifras de la policía cifran el seguimiento de la huelga en 1,2 millones de personas, mientras que los ocho principales sindicatos franceses aumentan estas cifras hasta los 3 millones. Sin embargo, la huelga general no ha paralizado el país, toda vez que los servicios mínimos hicieron que los transportes públicos funcionaran con relativa normalidad.
Fortalecido por el éxito de la jornada, el secretario general de la CGT, Bernard Thibault, ha advertido al Gobierno de que tendrá que ceder a las reivindicaciones de los trabajadores porque de lo contrario se arriesga a radicalizar el ambiente social.
Los sindicatos exigien el relanzamiento del consumo y el mantenimiento del poder adquisitivo de los hogares más modestos mediante el aumento del salario mínimo interprofesional de crecimiento. Además, reivindican una posición clara de defensa del empleo frente a la crisis, sobre todo el empleo público, ya que sigue en pie la intención del Gobierno de no reemplazar a uno de cada dos funcionarios que se jubilen en 2009.