El domingo, Rusia y China se opusieron a la imposición de sanciones a Corea del Norte en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que lanzó un misil que levantó sospechas de EEUU, Japón y Corea del Sur.
Y veinticuatro horas después, un alto representante del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia justifica esta decisión al asegurar que Pyongyang no colocó en órbita ningún satélite.
Esta teoría también la comparten Seúl y Washington, que especifican que el satélite de comunicaciones Kwangmyongsong-2 de Corea del Norte se precipitó al mar, pese a lo que asegura el régimen comunista de Pyongyang.
La ONU, en desacuerdo
El Consejo de Seguridad de la ONU no fue capaz de tomar ninguna respuesta inmediata al lanzamiento de un misil realizado por Corea del Norte, tal y como informó el presidente de turno del organismo y embajador de México ante la ONU, Claude Heller.
Todos los aliados de EEUU calificaron el lanzamiento como una provocación y una amenaza para la estabilidad y la paz. Por otro lado, altos cargos de Rusia y China llamaron a la calma ante la reunión de urgencia prevista en el Consejo de Seguridad de la ONU.