Según ha informado el Juzgado de Guardia de Ibiza, el magistrado ha adoptado la decisión tras recibir este sábado un informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
El juez le imputa un presunto delito de incendio forestal por imprudencia grave en el que podrían concurrir las agravantes de riesgo para la vida o integridad física de las personas en una zona de especial consideración y protección.
Estas circunstancias, de confirmarse a lo largo de la investigación, podrían conllevar penas de entre 7,5 y 10 años de prisión. El magistrado, en su auto, valora el riesgo de fuga del imputado al poder afrontar penas tan elevadas por lo que ha decretado su prisión provisional sin fianza.
La decisión se ha adoptado sin perjuicio de ampliar la autoría o responsabilidad de lo ocurrido en función del desarrollo de la investigación, dada la desproporción entre la conducta del imputado y el resultado del incendio (la amplitud de la superficie quemada que afecta a un perímetro de 1.440 hectáreas).