Según ha explicado la Guardia Civil, la investigación se inició tras detectar un fuerte olor a marihuana procedente del exterior de una finca en la zona conocida como Barca Moreno, en Jimena, por lo que establecieron las oportunas vigilancias en la zona para comprobar la existencia de un cultivo en su interior.
Así, pudieron comprobar que en el interior, entre una zona de abundante vegetación, existía delimitado por unas telas una especie de invernadero que estaba repleto de plantas de marihuana, dificultando así su avistamiento desde el exterior.
Según la Guardia Civil, el arrendatario de la finca era el encargado del cultivo y cuidado de las plantas, para lo cual se desplazaba ocasionalmente al lugar para proporcionar los cuidados necesarios, contando con los elementos para potenciar su crecimiento como un generador eléctrico, tres bombas de agua, cuatro placas de calor, seis sacos de abono y una desbrozadora.
Así, con la correspondiente autorización judicial, los agentes realizaron la entrada y registro en la finca, interviniendo 426 plantas de marihuana,con un peso de 100 kilos y los elementos necesarios para su cultivo.
Posteriormente a la intervención del cultivo de marihuana establecieron un dispositivo de búsqueda del arrendatario, deteniéndolo en la localidad de Torreguadiaro (San Roque) cuando estaba en la vía pública, ordenando finalmente la Autoridad Judicial su ingreso en prisión