El padre de la etarra Maite Aranalde también huyó de la Justicia en 2004

CNN+/Cuatro 04/09/2009 17:03

Jokin Aranalde, padre de la etarra huida Maite, permanece en paradero desconocido desde el 20 de septiembre de 2004, apenas unos días después de ser procesado por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, por un delito de integración en ETA.

El magistrado Baltasar Garzón ha explicado este viernes que, si bien él fue quien le dejó en libertad bajo fianza en abril de 2002, Aranalde cumplió con esta medida durante dos años y cinco meses, y se fugó cuando el caso ya estaba en manos de su compañero del Juzgado Central de Instrucción número 2.

Garzón ha salido al paso de una información difundida por el diario 'El Correo' mediante una nota en la que se relata que él acordó la libertad bajo fianza de 12.000 euros de Jokin Aranalde tras su detención el 1 de abril de 2002. "Acordó esta medida en funciones de juez de guardia y a petición del Ministerio Fiscal, que en ningún momento interesó la prisión del detenido", según aclara el escrito.

Seguidamente, el titular del Juzgado Central de Instrucción numero 5 se inhibió en favor de su compañero Ismael Moreno, quien ya tramitaba un sumario contra varios presuntos miembros de ETA en el que, además de Jokin, estaba implicada su hija Aranalde.

Moreno instruyó esta causa y dictó auto de procesamiento contra ambos el 12 de septiembre de 2003, acordando en dicho momento la libertad provisional de Jokin con la única obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes ante la autoridad, sin fianza de ningún tipo. Dos días más tarde se informó al Juzgado de que Jokin incumplió dichas comparecencias, y el 20 de septiembre se acordó su busca y captura.

Distintas visiones

Garzón advertía el pasado martes, en relación con la etarra fugada Maite Aranalde, que existían indicios suficientes para haber acordado prisión contra ella, después de que fuera entregada a España por las autoridades francesas.

En este documento, Garzón ordenaba, nada más incorporarse al Juzgado tras su descanso estival, estimar el recurso de la Fiscalía y ordenar el ingreso en prisión incondicional de Aranalde, si bien la orden no se hizo pública para tratar de evitar su fuga.

La medida del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, contraria a la adoptada la semana pasada por su compañero Eloy Velasco, que la puso en libertad bajo fianza de 12.000 euros, no logró su objetivo. Después de que la Policía comprobase que Aranalde se había dado a la fuga, Garzón dictó el pasado martes una orden de busca y captura contra ella.