"Esta noche, gran velada. La crónica de la jornada debería ofrecerse desde el campo del gas, porque es una sucesión de combates a puñetazo limpio. En el primero, el ministro de Trabajo arremete contra el gobernador del Banco de España. Se supone que están en el mismo bando, pero hoy Corbacho se ha lanzado en tromba contra Fernández Ordóñez. Este había dicho ayer que peligraban las pensiones, y que la seguridad social entraría en déficit en muy poco tiempo. Verán ustedes la arremetida del ministro, que desautoriza al gobernador del Banco de España con absoluta rotundidad. Tanta, que resulta evidente que no habla solo en nombre propio. Zapatero está detrás de este golpe de K.O. En el segundo combate, Cándido Conde Pumpido se enfrenta con Garzón por policía interpuesta. Es decir, al que quiere noquear es al juez, pero su ataque es indirecto, y lanza sus ganchos contra la policía nacional. Rubalcaba se ha pasado el día tratando de evitar que la cosa pasara a mayores. La tercera pelea es más sutil, de finos estilistas. La fiscalía y la embajada de Estados Unidos, en nombre de la nueva armonía Obama-Zapatero, arrinconan a Garzón hasta sacarlo fuera del ring de Guantánamo, a donde el infatigable juez quería llevar su espíritu justiciero. La reunión pugilística concluirá con un combate bufo. Ustedes creerán estar soñando cuando vean la que ha liado Esperanza Aguirre en la Asamblea de Madrid porque la presidenta de la cámara había decidido suprimir las botellas de agua. Quince minutos ha durado el enredo. Un vodevil que pasará a la historia de la frivolidad política. Esta noche, gran velada. Por favor, alejen a los niños del televisor. Algunas de las escenas que vamos a ofrecerles puede desconcertarles si están estudiando educación para la ciudadanía."