Obama desea un "un nuevo comienzo entre EEUU y los musulmanes de todo el mundo"

CNN+/Cuatro 04/06/2009 10:07

Y llegó el día más esperado en la gira del presidente de EEUU por Oriente Próximo. Barack Obama llegó a Egipto por la mañana, uno de sus principales aliados en el mundo árabe, en lo que significa la parada más importante de su visita internacional de esta semana.

Tras reunirse con su presidente, Hosni Mubarak, Obama ha pronunciado desde la Universidad de El Cairo su esperado discurso dirigido al mundo musulmán.

Obama asegura que lo que desea es "un nuevo comienzo entre EEUU y los musulmanes de todo el mundo" basado en el respeto mutuo.

Según Obama, estadounidenses y musulmanes "no tienen que ser competidores". Asimismo, ha querido dejar claro que "ningún discurso puede acabar con años de desconfianza", debido a las expectativas que sus palabras habían generado, si bien confió en que acaben "las sospechas" entre unos y otros.

Asimismo, ha hecho alusión al Corán y ha denunciado que los extremistas han aprovechado las tensiones entre Occidente y los musulmanes y se mostró "convencido de que para progresar tenemos que decir de forma abierta lo que llevamos dentro de nuestro corazón y que a menudo sólo se ha dicho a puerta cerrada".

No estará en guerra con el Islam

Obama asegura que no desea que las tropas de su país permanezcan en Afganistán, pero defiende que aún no tiene la "confianza" de que tanto en este país, como en el vecino Pakistán, no haya extremistas "dispuestos a matar cuantos más americanos posible".

En su esperado mensaje al mundo musulmán en El Cairo, quiso dejar claro que "EEUU no está ni estará en guerra con el Islam", pero se enfrentará "a los extremistas violentos que suponen una gran amenaza para nuestra seguridad".

Según Obama, EEUU y sus aliados intervinieron en Afganistán "por necesidad" después de que Al Qaeda "matara a casi 3.000 personas" el 11 de septiembre de 2001 que "no habían hecho nada" y que después haya seguido cometiendo "matanzas a gran escala".

Guiño a Palestina

Por otra parte, Obama se ha comprometido "personalmente" a trabajar por la consecución de un Estado palestino, asegurando que su país "no dará la espalda" a esta "aspiración legítima".

No obstante, ha advertido a los palestinos de que deben "cesar la violencia", al tiempo que pidió a Hamás que "reconozca a Israel" y al Gobierno israelí que ponga fin a los asentamientos en los territorios palestinos.

En su opinión, el conflicto palestino-israelí "no puede verse desde una parte o desde otra" sino que "la única solución es que las aspiraciones de ambas partes se unan a través de dos Estados, donde los israelíes y los palestinos vivan en paz y seguridad".