Alerta este sábado en Reino Unido tras el motín registrado en la prisión de Ashwell, al norte de Londres. 400 de los 600 presos han participado en los disturbios y ya han quemado algunas partes de la prisión. Los 'antidisturbios' han tenido que movilizarse para evitar males mayores.
Las autoridades han fijado un perímetro de seguridad de tres kilómetros alrededor del edificio, y han sacado de allí a algunos presos en varios furgones. Esos reclusos tienen la categoría C (los presos en las cárceles inglesas se dividen en categorías A, B, C y D, referidas a un orden descendente de peligrosidad). Estos presos son poco peligrosos y por eso, se pueden mover con libertad dentro del edificio y tienen llave de su habitación.
La Asociación de Funcionarios de Prisiones ha indicado que ellos ya habían advertido del riesgo de altercados de ese tipo, debido a los recortes presupuestarios, el aumento de la población penitenciaria y la reclusión de presos en cárceles de categorías inadecuadas.
No es la primera vez que se registran disturbios en la cárcel de Ashwell, que empezó a funcionar en 1955. En 2003, cuatro reclusos se atrincheraron en una habitación y causaron daños materiales en ordenadores, equipos de oficina y ventanas.