Miqui Puig vuelve con Escuela de capataces tras nueve años de silencio: "Me ha salido un disco muy Doctor en Alaska"

EUROPA PRESS - Eduardo Blanco 08/03/2017 13:11

Puig ha resaltado la idea de que con este regreso ofrece un trabajo "no de madurez, sino de ser mayor". "Lo que es ridículo ahora es hacer un tema cantando al 'all night long' o escribirlo para una chica de 17 años, cuando tienes 50 años. Ya no lo percibo así", ha defendido el excomponente de Los Sencillos.

'Escuela de capataces' cuenta con once nuevas canciones que recorren tanto el habitual sonido pop al que acostumbra Puig, así como otras sorpresas tales como un 'spoken word' o un tema en catalán. El músico ha explicado que este trabajo busca el "perfecto tema de pop". "Realmente, los artistas siempre hacemos la misma canción y todo lo demás es circunstancial de tiempo", ha apuntado.

"OBSESO DE LA MODA"

No obstante, ha admitido que el álbum supone un giro respecto a su anterior trabajo, 'Impar', un disco que "conllevó una decepción, lo que no quiere decir tristeza". "Puse un esfuerzo en un disco que no funcionó, pero los análisis los hago para mi, no culpo a nadie más. Ahora he preparado una cosa que corrija esos errores", ha afirmado.

Lo que no abandona en este trabajo es la asociación entre música y estética, con un 'look british' y elegante. "Eso es Miqui Puig, soy un obseso de la moda y lo reconozco. Me preocupa la estética desde siempre, veía una foto de Paul Wller y la copiaba...por la moda he hecho cosas que han alimentado la leyenda", ha comentado con humor.

El nombre de 'Escuela de capataces' obedece a una auténtica escuela localizada en un pueblo de Quintana del Marco (León), de donde es su pareja, de la que se quedó "prendad y reforzaba" la idea conceptual del disco. "Era un sitio con una población descontextualizada e iba bien con lo que quería contar. Pero cuando fuimos a hacer fotos para el disco, ya la habían tirado", ha señalado.

FACTOR X

Uno de los puntos que más han marcado la carrera de Puig fue su decisión de participar en el programa 'Factor X', que califica como "una buena experiencia". "No es un punto negro para mi, aunque para otros sí lo sea. Fue un trabajo bien hecho, que me vino en un momento en el que no tenía nada y del que me había enamorado en su formato en inglés. Aunque sí es verdad que me dejé la piel y hubo ciertas cosas que no se respetaron", ha apuntado.

En cualquier caso, reconoce que las críticas que se llevó por esta colaboración puso de relieve un problema en el sector musical en España. "Somos un país en el que, lo que más jode, es que me pagaran por ello. Pero nadie piensa que para seguir produciendo discos y tocar con banda, hay cosas a las que no se pueden hacer asco. El negocio es el negocio y la honestidad está en el producto", ha concluido.