La izquierda abertzale tiene convocada otra manifestación esta tarde en el Casco Viejo donostiarra, pese a las prohibiciones de jueces y Gobierno Vasco. Este pasado viernes, la Ertzaintza cargaba contra los manifestantes en una movilización prohibida días antes por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. La manifestación estaba convocada por la agrupación de familiares de presos de ETA, Etxerat. Y Garzón considera que con ellos se trata de enaltecer a la banda terrorista y a sus miembros.
Cerca de 200 manifestantes con carteles que incluían fotografías de reclusos de ETA iniciaban su marcha en silencio hasta que minutos después efectivos de la Ertzaintza impedían que los manifestantes continuaran su marcha colocándose frente las cuatro personas que encabezaban la comitiva y portaban una pancarta con el lema en euskera "Presos vascos y exiliados a casa".
Tras unos minutos, un agente indicaba a una de las personas que sujetaba la pancarta que la manifestación no estaba autorizada, y entonces los manifestantes comenzaban a aplaudir profiriendo gritos de apoyo a los presos etarras. Varios radicales arrojaban piedras, botellas y sillas contra los agentes, quienes han respondido a los ataques con material antidisturbios en varias cargas en el acceso a la plaza de la Brecha desde la calle San Juan.
Varias personas que se encontraban en las calles de la Parte Vieja resultaban contusionadas en el transcurso de estos altercados, entre ellas, un hombre de 85 años que se encontraba sentado en la terraza de un bar en la plaza de la Constitución.
Interior ha señalado que no se ha producido ninguna detención pese a los incidentes que se han registrado durante más de una hora.