El caso de una mujer iraní que vive en Barcelona plantea las contradicciones de la justicia global.
La mujer reside en un país como España y recibe una pensión del gobierno español tras ser víctima de un hombre, que le quemó los ojos con ácido y la dejó ciega. Ahora, ella puede volver a irán a aplicar la ley local, la Ley del Talión, para quemarle el rostro con ácido a su agresor.
La sentencia se ejecutará el próximo mes, Ameneh ha rechazado la petición de piedad de su agresor: "yo quiero ojo por ojo...el no sufrirá tendrá anestesia, no como yo", asegura Bahrami ante las cámaras.
Durante estos años ha pasado un calvario, se ha sometido a diecisiete operaciones y ha vivido sola en Barcelona gracias a una pensión de cuatrocientos euros del gobierno español.