La periodista irano-estadounidense, Roxana Saberi, ha sido condenada a ocho años de cárcel acusada de espionaje. Al igual que ha insistido que apelarán la sentencia. Saberi de 31 años, es iraní con ciudadanía estadounidense, pero Therán no contempla esta doble intencionalidad.
Según el Código Penal de Irán, una condena por espionaje puede conllevar la pena de muerte. Por ejemplo, el pasado mes de noviembre, las autoridades ejecutaron a un empresario que fue sentenciado por espirar en el Ejército para Israel.
Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha expresado su profunda decepción por la condena. Ha asegurado que "están trabajando con los mediadores suizos para obtener detalles sobre la decisión del tribunal, y para asegurar su bienestar". Han declarado que "la señorita Saberi nació y creció en Estados Unidos, pero escogió viajar a Irán guiada por su deseo para aprender de su herencia cultural". "Nuestros pensamientos están con ella y con su familia durante estos tiempos difíciles", ha sentenciado.
Los hechos
La joven fue arrestada el pasado 31 de enero, después de que expirara su acreditación periodística y desde entonces permanece en la prisión de Evin. Su padre denunció su arresto a la prensa tras llevar 15 días sin saber nada de ella. La periodista trabaja para medios como la BBC, la Radio Pública Nacional de EE UU, entre otros medios.
En un primer momento el padre de la periodista aseguró que había sido detenida por comprar una botella de vino, cuyo consumo está prohibido y penado en Irán. Finalmente se presentaron cargos contra ella por actividades de espionaje.