Herring, que ya encabezó la movilización de recursos judiciales para paralizar la primera versión de la orden ejecutiva, ha revelado que su oficina está ya estudiando la orden por si fuera necesario adoptar medidas legales.
"Aunque la nueva orden parece ser mucho menos grave, sigue suponiendo un mensaje horrible dirigido al mundo, a los musulmanes estadounidenses y a las minorías de todo el país sin que haya ningún beneficio demostrable para la seguridad nacional", ha argumentado.
La nueva versión "contiene casi todos los errores constitucionales y prácticos que vimos los tribunales y yo en el veto original", ha explicado, según recoge el diario virginiano 'Richmond Times-Dispach'.
"Nuestro objetivo ha sido siempre proteger a la comunidad de Virginia y a nuestros vecinos, afectados por la antiestadounidense prohibición del presidente Trump, deficente en su concepción y en su aplicación", ha argumentado.
NUEVOS APOYOS
Sin embargo, la nueva orden ejecutiva ha logrado el respaldo de importantes voces republicanas del congreso, como el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, quien se ha manifestado "muy animado" por la nueva versión y por la retirada de Irak del listado de países cuyos ciudadanos no pueden entrar en Estados Unidos.
"Todos compartimos un deseo de proteger al pueblo estadounidense y para ello es apropiado revisar el sistema de vigilancia e investigación de nuestra nación", ha afirmado Corker en un comunicado. Corker criticó la primera orden ejecutiva por su "deficiente aplicación" y pidió su revisión inmediata.
El también senador republicano Lindsey Graham, quien no ha dudado en criticar a Trump en anteriores ocasiones, ha elogiado esta vez la orden ejecutiva y espera que supere el filtro judicial.
"Creo que la nueva orden resistirá los recursos legales con su redacción porque no es una prohibición por religión, sino una prohibición sobre individuos que proceden de gobiernos problemáticos y de estados fallidos. Esta orden ejecutiva ayudará a conseguir el objetivo del presidente Trump: que estemos más seguros", ha argumentado Graham.