La Unión Europea firma sus 'líneas rojas' para negociar el 'Brexit'

Noticias Cuatro / Agencias 29/04/2017 11:18

"Antes de discutir nuestro futuro, tenemos que aclarar nuestro pasado", ha indicado el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, en su carta de invitación a la cumbre extraordinaria que se celebrará esta sábado en Bruselas.

Con ello subraya el enfoque progresivo que plantea la Unión Europea y que cierra la puerta a negociar en paralelo el acuerdo futuro de relaciones bilaterales, pero abre la puerta a empezar a discutir la forma que podría tener ese futuro si se logran en los primeros meses avances sustanciales en asuntos prioritarios.

El documento que adoptarán los Veintisiete este sábado apenas ha cambiado del que Tusk envió a las capitales el pasado 31 de marzo y que fijó tres prioridades: proteger los derechos de los europeos residentes en Reino Unido, aclarar la "factura" que deberá pagar Londres por su salida y la situación en que queda la frontera con Irlanda del Norte.

Respecto a Gibraltar el documento se mantiene sin cambios, pese al malestar que creó en el Gobierno de Theresa May. El escrito deja fuera de las negociaciones del 'Brexit' la situación de Gibraltar y recuerda que cualquier entendimiento posterior que afecte al territorio necesitará el visto bueno de España.

Además, los socios atenderán una petición expresa del primer ministro irlandés, Enda Kenny, de contemplar un mecanismo para la unificación de Irlanda y que, de producirse en los términos previstos, el territorio será en su conjunto parte de la Unión Europea.

Frente a la advertencia británica de un 'Brexit' "duro", la Unión Europea ha afirmado que el objetivo es "contener los daños de un proceso que, en cualquier caso, es perjudicial para las dos partes" pero ha advertido a Londres de que debe asumir una visión "más realista". La propia canciller alemana, Angela Merkel, advirtió este jueves que los británicos no debían hacerse "ilusiones" con el resultado del divorcio.

Futuras Sedes de la EMA y la EBA

Tusk y el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, aprovecharán esta cita para pedir a los líderes que en junio fijen los criterios para elegir el nuevo destino de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que debe dejar Londres como consecuencia del 'Brexit' y que aspiran a acoger varias ciudades, entre ellas Barcelona, que quedó segunda por detrás de Londres cuando se creó la EMA en 1992, y deberá competir con otras aspirantes como Ámsterdam, Lille (Francia), Copenhague y Dublín.

Con su divorcio del bloque, Reino Unido también perderá la sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), pese a que desde Londres se dio a entender en las últimas semanas que aspiraba a conservar las agencias.

"Las dos agencias actualmente instaladas en Reino Unido tendrán que mudarse, porque como agencias europeas no pueden estar en un Estado que no sea miembro de la UE", zanjan desde Bruselas.

Además, es un asunto que debe "abordarse con rapidez" para asegurar la "continuidad" de su funcionamiento tras el 'Brexit', según un alto funcionario europeo que avisa de que la UE "no debería perder demasiado tiempo" para resolver esta cuestión.

El modo en que se conducirá este traslado es algo que deberá decidirse en las negociaciones del 'Brexit', pero la Unión Europea confía en que Reino Unido "facilite" la mudanza de las aproximadamente 1.100 personas que trabajan en la EMA, también asumiendo parte del coste del cambio de ubicación, según han apuntado fuentes europeas.