La reunión se desarrollará en los márgenes de la Cumbre Social, en la que los líderes europeos debatirán sobre cómo impulsar en el futuro el crecimiento y el empleo justo y en la que se firmará el Pilar Europeo de Derechos Sociales.
Así, Tusk informará a May de que la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de diciembre podría saldarse con un resultado "positivo" si se constatan avances "suficientes" en los elementos que componen la primera etapa de las conversaciones, que son los derechos de los ciudadanos, la factura del Brexit y la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte.
En este sentido, subrayará en la reunión que este "escenario positivo" no está garantizado, que requerirá más trabajo y que "el tiempo apremia". Por eso, el polaco pedirá a la primera ministra británica que explique cómo pretende conseguir avances en estas tres cuestiones.
Si finalmente se consiguieran los progresos deseados por Bruselas, los líderes europeos podrían dar su visto bueno en diciembre a iniciar las negociaciones sobre la futura relación entre la UE y Londres, incluida la posibilidad de acordar un periodo de transición a partir de marzo de 2019, fecha en la que se producirá el divorcio.
Sin embargo, el viernes pasado, tras la última ronda de conversaciones, el negociador de la UE, Michel Barnier, avisó a Londres de que el bloque comunitario seguirá "retrasando" el paso a la segunda fase mientras no haya concesiones de los británicos en las cuestiones clave en un periodo de dos semanas desde entonces.