El ministro del Interior, Suleyman Soylu, ha recordado la política de "puertas abiertas" de Turquía hacia los refugiados sirios, que representan una mayoría. En total, el país acoge a 3.551.078 regugiados oficialmente, lo que en términos económicos supone un gasto de 25.000 millones de dólares.
La llegada masiva de extranjeros ha elevado también el debate en materia de seguridad, si bien el Gobierno ha insistido en que deporta a los extranjeros peligrosos. En concreto, Soylu ha confirmado la deportación desde 2010 de 4.300 personas por supuestos vínculos con organizaciones terroristas y el veto de entrada para 52.000 más, según la agencia oficial de noticias Anatolia.