Según las informaciones recogidas por el diario local 'Daily Sabah', las Fuerzas Armadas turcas han atacado 138 objetivos de los yihadistas en la zona, destruyendo escondites, posiciones defensivas, centros de mando, armas y vehículos.
Turquía aseguró a finales de enero que en el caso de que sus fuerzas y los rebeldes sirios lograsen el control de Al Bab, no entregarían bajo ningún concepto la ciudad a las fuerzas de Bashar al Assad.
La semana pasada, el Gobierno de Siria condenó los "repetidos crímenes y ataques" de Turquía en su operación militar en el norte del país árabe, en sendas cartas enviadas a la Secretaría General y el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Previamente, el Ejército sirio aseguró que seguirá adelante con sus operaciones contra Estado Islámico en Al Bab, al noroeste de Alepo, donde ha logrado importantes avances en las últimas semanas.
El rápido avance del Ejército sirio puede provocar un enfrentamiento con Turquía, que ha desplegado tanques y aviones de combate a lo largo de su frontera para apoyar a los rebeldes sirios que luchan de forma separada contra Estado Islámico y que también aspiran a hacerse con el control de Al Bab.
De hecho, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos informó el lunes de que las fuerzas sirias han conseguido cerrar el cerco contra Estado Islámico en Al Bab.
Con el apoyo de ataques aéreos, las tropas sirias han conseguido cortar la principal carretera que une Al Bab con el resto del territorio sirio que continúa bajo el control de los yihadistas en las provincias de Raqqa y Deir Ezzor.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, los milicianos se encuentran sitiados por el Ejército sirio por el sur y por el norte por varios grupos de rebeldes, que cuentan con el apoyo del Gobierno turco.