La primera parada de la pareja presidencial ha sido el Centro Médico UniversitariO de Las Vegas, donde están ingresadas la mayoría de las más de 500 personas que resultaron heridas durante el tiroteo, que acabó con la vida de otras 59, de acuerdo con el balance oficial.
"Estamos con vosotros al cien por cien creédme. Estaré ahí para vosotros", ha dicho Trump a un grupo de víctimas y, como prueba de la fortaleza de su compromiso, les ha invitado a visitar la Casa Blanca, según informa la cadena estadounidense CNN.
Trump también ha tenido palabras de agradecimiento para el personal médico y las fuerzas de seguridad que acudieron en primer lugar al Mandalay Bay Casino, donde se produjo el tiroteo. "Ya era fan vuestro antes de esto, pero ahora lo soy aún más", les ha asegurado, subrayando que su respuesta evitó que el balance fuera "todavía peor".
"Estados Unidos es una nación de luto", ha afirmado. "Pero en lo profundo del horror siempre encontraremos esperanza en los hombres y mujeres que arriesgan sus vidaS (...) El pueblo estadounidense está muy orgulloso de vosotros", ha enfatizado.
"HOY NO VAMOS A HABLAR DE ARMAS"
Durante su breve estancia en Las Vegas, Trump se ha negado a responder a las preguntas de la prensa sobre el control de armas en Estados Unidos, un debate que ha cobrado actualidad a raíz de este tiroteo, el más sangriento en la historia moderna del país.
"No vamos a hablar de eso hoy. No hablaremos de eso", ha respondido tajante a los periodistas que insistían con la pregunta. Según las últimas informaciones, el autor del tiroteo, Stephen Paddock, compró hasta 33 armas en cinco estados solo en un año. La Policía encontró un total de 47 en la habitación del hotel donde se alojaba y en sus casas.
Trump se ha limitado a retratar a Paddock como "un demente", sin valorar su afición por las armas. "Era un enfermo (...) se le soltaron los cables", ha reiterado y ha pedido al sheriff del condado de Clark, Joseph Lombardo, que ahonden en la investigación sobre el sujeto.