Con ese libro en la mochica y más de 300 balas acudió a la puerta de un Mc Donals de un centro comercial de Múnich para matar a nueve personas y herir a otras 27. Un hecho muy parecido a uno que ocurrió siete años atrás, exactamente con el caso de Tim Kretschmer, un joven de 17 años que mató a 15 personas en Winnenden, al sur de Alemania.
Tras el suceso los agentes policiales registraron el domicilio en el que vivía el joven y allí fue dónde descubrieron que no tenía ningún tipo de relación con el Estado Islámico, sino que Ali David Sonboly padecía problemas psiquiátricos importantes. "Un ataque de locura", lo llamaron los mandararios alemanes. Sin embargo, el joven se informó al detalle de la historia de Tim Kretschmer con numerosos recortes de periódico en su habitación, una historia paralela en la que el otro chico mató en clase a 15 de sus compañeros en el año 2009.
Para la Policía varias son las coincidencias entre las dos matanzas ya que ambos mataron a un buen número de personas con una pistola, ambos escaparon sobre los tejados después del tiroteo y ambos se suicidaron. Además, Kreschmer era repetidamente tratado para la depresión clínica, una enfermedad que sufría Ali David Sonboly y de la que estaba siendo tratado.
En su habitación también había papeles que hablaban sobre la matanza de Erfurt en abril de 2002, cuando Robert Steinhauser de 19 años se tomó la justicia por su mano con el profesor de la escuela y antiguos compañeros de clase. Él mató a 13 personas antes de suicidarse.