"¿Puedes decirnos si estás bien?", mensaje a uno de los policías tiroteados en Dallas

Noticias Cuatro / Agencias 09/07/2016 14:35

"Lo supe", explica en su casa de un barrio de Texas al New York Daily News. Lamentablemente su presentimiento se convirtió en realidad. Este policía desde hacía cinco años y padre de una niña de do años estaba entre los cinco agentes asesinados el martes en la manifestación de protesta en Dallas.

Patrick, de 32 años, era un policía estadounidense de origen mexicano, veterano de la Marina que sirvió tres veces en Irak para finalmente encontrar la muerte en una manifestación pacífica en las calles de Dallas.

“Piensas que alguien puede morir en la guerra o asesinado en Irak o en un país extranjero. Pero no aquí”, dice María, un día después de la muerte de su hijastro. Patrick era el mayor de tres hermanos y el “hermano ideal”, asegura.

El padre, Rick, que estuvo toda la noche del martes esperando saber algo de Patrick, recuerda la primera vez que pescaron juntos. “Siempre quería impresionarme. Le decía ‘no tienes que impresionarme, te quiero. Soy tu padre”, explica.

Patrick, que creció en Saginaw, es recordado por sus padres como un chico amable y siempre dispuesto a ayudar que amaba la vida. “Patrick era esa clase de chico que siempre haría lo que fuera por ayudar”, dice su padre. “Si tenía un dólar y tú lo necesitabas, te lo daba. Era el tipo de persona que lo haría”.

Momentos después de que María enviara un segundo mensaje, el teléfono sonó. Era el hospital Parkland. Sus mayores temores se confirmaron: Patrick había sido declarado muerto. Zamarripa era un fan devoto de los Texas Rangers y de los Dallas Cowboys y su novia Kristy estaba en un partido de los Rangers cuando empezó el tiroteo. Ambos tienen una hija de dos años. “Amaba ser padre”, dice María. También ayudaba a criar a un hijo de Kristy de una relación anterior.

La última vez que María vio a su hijastro, estaba recogiendo a su hija de su casa y descubrió que la pequeña había empezado a hablar. “Estaba tan feliz de oírla poner palabras juntas que tenía una gran sonrisa en su cara”, recuerda. Zamarripa estaba orgulloso de su herencia mexicana, le encantaba el golf y ,sobre todo, amaba ser policía. “Amaba ayudar a la gente”, concluye María.