El secretario del Tesoro estadounidense, Steven T. Mnuchin, ha alegado en un comunicado que la Guardia Revolucionaria "ha desempeñado un papel clave para que Irán se convierta en el principal Estado patrocinador del terrorismo", en particular por sus supuestas relaciones con Hezbolá, Hamás y los talibán. También ha recriminado su apoyo a la "brutal violencia" del régimen sirio.
Con el objetivo de contener sus "actividades destructivas", Washington decide dejar al poderoso cuerpo de seguridad iraní y a sus principales dirigetnes a merced de posibles castigos, si bien por el momento no se ha dado el paso de catalogar directamente a la Guardia Revolucionaria como organización terrorista.
La medida se enmarca dentro de la nueva estrategia anunciada este viernes por Trump, que tiene como principal elemento la retirada del aval al acuerdo nuclear suscrito en 2015. El presidente deja ahora en manos del Congreso la revisión de dicho pacto, con el que Estados Unidos sigue teóricamente comprometido en término formales.