Un terremoto de 5,8 en la escala de Richter ha sacudido el norte de Italia dejando una estela de 16 fallecidos y 200 heridos, aunque las cifras aumenta a medida que se realizan las labores de rescate.
Al seísmo le han seguido varias réplicas de similar intensidad, que se han sentido en Milán, Padua, Mantua, ciudades del centro y norte del país, que han vivido situaciones de verdadero pánico.
El terremoto se produjo a 40 kilómetros al norte de Bolonia y a 60 kilómetros al este de Parma y el epicentro se han localizado a 9,6 kilómetros de profudidad, según el USGS, pero se ha sentido desde la región Veneta a Lombardía.
Después de la primera sacudida, a las 9:00 de la mañana de este martes, le han seguido réplicas de entre 4,7 y 4 grados de intensidad, según publicó ' Il Corriere della Sera'.
"Hay víctimas, la situación es muy grave, algunas personas están atrapadas entre los escombros", declaró Alberto Silvestri, alcalde de la localidad de San Felice sul Panaro, a la cadena de televisión italiana SkyTG24.
En grandes ciudades como Bolonia y Módena está interrumpido el servicio telefónico así como el de numerosas tramos de carreteras y vías ferroviarias del centro y norte del país.
El pasado 20 de mayo se produjo otro terremoto con epicentro en la zona de Ferrara, en el centro-norte de Italia, que destruyó edificios en las ciudades de Modena, Ferrara, Mantua y Bolonia. Al menos siete personas murieron y cientos se vieron obligadas a huir de sus casas.