Periodistas de 'Al Watan' han relatado que la causa probable es que iba a publicar una entrevista con el exvicepresidente Al Haj Adam, en la que sostenía que el Gobierno no daría marcha atrás a su decisión de poner fin a los subsidios al combustible y la electricidad pese a las protestas.
El Gobierno anunció el 3 de noviembre el fin de los subsidios para intentar evitar el aumento de la inflación y la caída de la libra sudanesa en el mercado negro.
La decisión se vio seguida por numerosas manifestaciones en distintas ciudades del país, entre ellas la capital, Jartum, donde la Policía empleó gases lacrimógenos.
Asimismo, las ediciones de varios periódicos han sido confiscadas desde entonces para evitar que salieran a la luz artículos y editoriales críticos, mientras que el domingo fue detenido brevemente un periodista del periódico 'Al Saiha', tal y como ha recogido el diario 'Sudan Tribune'.
Los servicios de Inteligencia de Sudán realizan confiscaciones rutinarias de las ediciones de los periódicos críticos con el Gobierno. En octubre hubo situaciones similares con los diarios 'Al Yarida' y 'Al Saiha'.
La Constitución de Sudán contempla la libertad de prensa, si bien varias leyes del país condicionan esta libertad a aspectos de seguridad, lo que ha sido utilizado por las autoridades para limitar los contenidos contrarios al Gobierno.