Al menos 17 civiles han fallecido por los disparos realizados por un soldado estadounidense en la provincia afgana de Kandahar, según informó un integrante del Consejo Provincial que ha visitado el lugar del tiroteo, en la localidad de Panjwai, a la cadena panárabe Al Yazira.
La OTAN, que en estos momentos está investigando el incidente, informa de "múltiples heridos" pero no ha confirmado víctimas mortales. El soldado estadounidense ha sido detenido, según informó el portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF), el capitán Justin Brockhoff.
La Embajada de EEUU en Afganistán, por su parte, tiene constancia de una "protesta en curso" que está teniendo lugar en Panjwai, y recomienda "precaución" a residentes y viajeros que se encuentren en la provincia, según hace saber en su cuenta de Twitter.
"Ha sido un tiroteo en el que se han visto involucrados varios civiles heridos", ha declarado el portavoz de la ISAF, el capital Justin Brockhoff. Sin embargo, no ha confirmado que se hayan registrado víctimas mortales hasta el momento.
En un comunicado, la ISAF sostiene que "las fuerzas estadounidenses y afganas, en cooperación con las autoridades de Afganistán, investigarán este incidente". "Es un altercado tremendamente lamentable y trasladamos nuestros pensamientos y preocupación a las familias afectadas", añade.
El gobernador de Kandahar, Turyalai Wisa, indicó previamente que un soldado norteamericano había abandonado su base en Kandahar y había abierto fuego contra civiles afganos.
La ingente cantidad de bajas civiles registradas a causa de las operaciones militares emprendidas por la ISAF ha alentado la ira popular afgana contra los soldados estadounidenses. Este descontento se vió insuflado por la quema de varias copias del libro sagrado musulmán, el Corán, en una base de la OTAN el pasado mes, desatando una fuerte ola de violencia por todo el país.
Al menos 36 personas perdieron la vida en las protestas y seis soldados norteamericanos murieron a manos de fuerzas afganas.