El Shin Bet dice que los disparos del guardia de seguridad de la Embajada en Amán están justificados

EUROPA PRESS 31/07/2017 12:11

El pasado 24 de julio, Mohammad Jawawdah, un jordano de 17 años que estaba trabajando en el recinto de la Embajada de Israel en Amán atacó con un destornillador al guardia de seguridad. En el tiroteo que sobrevino al ataque, una bala alcanzó al segundo fallecido, propietario de la vivienda donde vivía el agente, dentro del complejo diplomático.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha encargado al Shin Bet investigar el tiroteo y, durante el fin de semana, su Gobierno ha prometido a las autoridades jordanas que llevará a cabo una investigación amplia y transparente sobre el incidente, cuyas conclusiones pondrá en conocimiento de Amán.

El fiscal general, Avichai Mandelblit, y el fiscal del Estado, Shai Nitzan, están supervisando la investigación, que inicialmente ha revelado que la actuación del guardia de seguridad estuvo justificada. Altos oficiales de seguridad israelíes han explicado que el agente no podría haber previsto que los disparos alcanzarían al propietario y han informado de que Israel tiene intención de pagar una compensación a la familia del fallecido, que recibió los primeros auxilios de miembros de la Embajada y sucumbió a sus heridas poco después.

Las mismas fuentes han asegurado que la motivación del apuñalamiento fue una cuestión nacionalista y no debido a un asunto comercial, como han sostenido desde Jordania. También han desmentido que el arma del guardia de seguridad careciera de licencia, después de que documentos hayan probado lo contrario.

El incidente ha provocado una disputa en las ya de por sí tensas relaciones entre Israel y Jordania, dado que Amán quiere interrogar al guardia israelí, que ha resultado levemente herido, pero Tel Aviv ha defendido que goza de inmunidad diplomática en virtud de la Convención de Viena. Abdalá II ha insistido en que su país hará "todo lo que esté a su alcance" para lograr justicia para los dos fallecidos.

A lo largo de la semana pasada cientos de personas se concentraron frente a la Embajada de Israel en Jordania para protestar por la muerte de los dos jordanos y reclamar al Gobierno de su país que cancelara el acuerdo de paz firmado en 1994 por Tel Aviv y Amán, que junto al tratado suscrito con Egipto en 1979, puso fin a la guerra entre Israel y sus vecinos árabes.