Los separatistas prorrusos han puesto en manos de las autoridades de Malasia las cajas negras del avión de Malaysia Airlines para que investiguen quién disparó el misil que causó su derribo. Ante un amplio despliegue de medios, el líder separatista las pasaba a manos de un miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Malasia, quien confirmaba su buen estado. Por su parte, cinco vagones refrigerados trasladan los restos de 282 de los 298 ocupantes del avión y 87 fragmentos sin identificar. El contenido de las bolsas fue verificado antes de partir por forenses internacionales. Su destino ahora es Járkov, una zona controlada por el Gobierno ucraniano donde 31 expertos se encargarán de su repatriación. El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado por unanimidad este atentado y ha pedido el alto al fuego para que se pueda llevar a cabo la investigación sobre el terreno.