El Observatorio ha detallado que aviones rusos han golpeado la provincia de Latakia, con dominio de los rebeldes en el norte, y la llanura de Sahl al Ghab, en la provincia de Hama, donde la insurgencia ha logrado importantes avances en las últimas semanas.
El avance de la oposición en estas zonas amenaza directamente el dominio del Gobierno de Bashar al Assad en la región costera, donde además se concentra la población alauí, secta chií a la que pertenece la familia gobernante.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, ha confirmado únicamente que aviones de la Fuerza Aérea han realizado 14 operaciones en Siria este viernes y que entre los objetivos destruidos figuran un centro de operaciones yihadista en la provincia de Idlib y un puesto de mando y un depósito de armas en la región de Hama.
Rusia inició el miércoles una ofensiva aérea contra Estado Islámico en Siria. Al contrario de lo que sucede con la coalición que lidera Estados Unidos, los aviones rusos cuentan con permiso del régimen de Al Assad, que aspira ahora a sacar partido en tierra de esta ofensiva aérea.
Estados Unidos, Francia, Alemania, Qatar, Arabia Saudí, Turquía y Reino Unido han condenado este viernes en un comunicado conjunto los bombardeos rusos y han pedido el cese inmediato de los ataques contra civiles y grupos opositores.