El Ejecutivo de Bashar al Assad denunció que una de sus bases había sufrido varios ataques aéreos y acusó a la coalición internacional, si Estados Unidos negó dicha posibilidad y responsabilizó a la aviación militar rusa, que desarrolla una ofensiva independiente.
Un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, se ha sumado a la versión de Damasco tomando como prueba la información facilitada por el Estado Mayor de la Defensa siria. Según estos datos, la coalición occidental atacó a las fuerzas del régimen entre las 19.40 y las 19.5 del 6 de diciembre.
Como resultado de estos ataques, cuatro personas murieron, doce resultaron heridas y siete vehículos fueron destruidos, ha resumido Konashenkov, según la agencia de noticias oficial Sputnik. El portavoz ha asegurado que, además de los aviones estadounidenses, también había presencia de aeronaves de "otros dos (países) miembro de la coalición".
"No había aviones rusos en esa zona", ha apostillado el portavoz de Moscú, que ha recordado la estrecha colaboración existente con Damasco para el desarrollo de sus operaciones antiterroristas. Asimismo, ha desmentido que Rusia esté instalando nuevas bases en Siria al margen de la de Hmeymim.