Los rusos acuden a las urnas con el temor al fraude electoral

cuatro.com 04/12/2011 11:07

Rusia vive este domingo una intensa jornada electoral en la que 110 millones de rusos están llamados a las urnas. Sin embargo, muchos ciudadanos se han declarado desintersados en los comicios y en la política porque se temen cierto grado de fraude en un país donde la democracia todavía se encuentra en una posición muy precaria tras 70 años de comunismo. Sin embargo, los observadores internacionales encargados de evaluar el desarrollo de las elecciones legislativas en Rusia han informado de que no han detectado irregularidades durante las primeras horas de votación.

"Creo que es muy ingenuo pensar que mi voto va a contar. Todo está arreglado", declaró Rima, una contable de 32 años residente en Tula.

Los partidos de oposición han sido capaces de tomar parte en debates televisados, pero se han quejado de que ni el primer ministro y líder del partido, Vladimir Putin ni el presidente Dimitri Medvedev han aceptado compartir el foro con ellos.

Los primeros datos de participación a las 08.00 de la mañana informan de una asistencia del 5%, un 0,1 por ciento por encima de las elecciones de 2007. Hasta el momento se han presentado 1,7 millones de votos en blanco, según informó el miembro de la Comisión Electoral Central, Sergei Danilenko.

Los colegios electorales abrieron a las 21.00 (hora española) del sábado en la zona horaria más oriental del país. Terminarán en Kaliningrado, en la frontera oeste de Rusia, a las 2.00 de la madrugada del domingo, con numeroros observadores internacionales atentos al desarrollo de los comicios.

"El grupo de observadores de la red de ONG, entre los que se incluyen representantes del Parlamento europeo, parlamentos nacionales y expertos en Política han visitado 48 colegios electorales en bastantes regiones de Rusia, y hasta ahora nuestros colegas no tienen nada que criticar, y todo el mundo asegura que el proceso es muy transparente", informó el observador y director del Centro Europeo de Análisis Geopolítico, Mateusz Piskorski.

Los observadores "están en contacto con miembros de las comisiones electorales y con observadores nacionales, y no han registrado violación alguna", añadió en declaraciones a la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.

Estas declaraciones contrastan con episodios como el vivido por Lilia Shibanova, directora de Golos, un grupo de observadores electorales independientes, quien permaneció retenida este sábado durante doce horas en el aeropuerto de Sheremetievo, en Moscú, precisamente coincidiendo con la jornada de reflexión de las legislativas.

Horas antes, el Gobierno estadounidense había manifestado su preocupación por la orden emitida por un tribunal de Moscú contra Golos y la ha tildado de "aparente patrón de hostigamiento", según declaraciones de un portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor.

Rusia Unida, partido del primer ministro Vladimir Putin, parte como máximo favorito en unos comicios en los que no obstante podría perder, según las encuestas, una buena porción de la inmensa mayoría de escaños de los que ahora disfruta en la Duma.

Estas elecciones son percibidas como un ensayo de cara a los comicios presidenciales del año que viene, en los que Putin recogerá casi con toda probabilidad el testigo de la presidencia de manos de Medvedev, con quien intercambiará el cargo.

Las últimas encuestas independientes estiman que Rusia Unida obtendrá entre 252 y 253 escaños en la Duma (la cámara baja del Parlamento), compuesta por un total de 450 asientos, frente a los 315 escaños que ostenta ahora.

La consecuencia más importante es que el partido pierde la mayoría de dos tercios que le facilita inmensamente la aprobación de reformas constitucionales. En realidad, el centro de poder reside en el Ejecutivo, así que cualquier retroceso en la Duma simplemente limitará el margen de maniobra del Gobierno cuando quiera emprender reformas de envergadura.

El propio Putin también se expone a un relativo varapalo. Si bien su popularidad se encuentra en el punto más bajo en años, sigue siendo el político mejor valorado del país. Se desconoce todavía cómo reaccionará el pueblo ruso a largo plazo si se cumplen todos sus planes y, como pronostican los expertos, consolida su poder en Rusia durante la siguiente década, ya que si resulta elegido presidente, podría ostentar el cargo hasta 2024.

"No está perdiendo poder, pero sabe que está perdiendo a la gente", declaró una fuente cercana a Putin quien, con el nombramiento de Medvedev como jefe de Estado en 2008, ha conseguido dar un rodeo al obstáculo constitucional que le impide cumplir tres mandatos consecutivos como presidente del país.

El descenso de popularidad de Putin se debe al hecho de que muchos rusos creen que su tiempo ha pasado y que ignora deliberadamente las posibilidades de crecimiento de Rusia para mantenerse en el poder. "La gente apreció beneficios cuando Putin asumió el cargo. Pero ahora ven que el aislamiento de Rusia va en aumento, que el país no se levanta y cree que están siendo engañados", explicó el analista político Dimitri Oreshkin.

El analista está convencido de que "Rusia Unida ganará estos comicios" pero advierte de que "a largo o medio plazo la decepción seguirá aumentando y podría derrumbar la legitimidad de los comicios a no ser que se hagan cambios".

Quizás el otro gran triunfador de los comicios sería el Partido Comunista (PCR) que dirige Gennady Zyuganov, quien aspira a convertirse en la segunda fuerza más votada del país, 20 años después de la disolución de la Unión Soviética.

Sin embargo, los políticos independientes como el ex primer ministro Mijail Kasyanov (a quien se ha prohibido su participación en los comicios) creen que el resto de partidos siguen, en realidad, el dictado de Putin.