"Esperamos que durante el séptimo encuentro se arreglen estas cuestiones, al menos, en parte para avanzar en el fomento de la confianza entre los bandos de conflicto", ha afirmado Lavrentiev, en una entrevista concedida a las cadenas de televisión rusas RT y Rossiya 24, según informa la agencia de noticias Sputnik.
La séptima ronda de consultas sirias se celebra en la capital kazaja el 30 y el 31 de octubre y cuenta con la participación de las delegaciones del Gobierno y de la oposición de Siria, así como de los tres países promotores del proceso de Astaná: Rusia, Turquía e Irán.
Al encuentro asistirán también representantes de la ONU, Estados Unidos y Jordania en calidad de observadores. Lavrentiev ha hecho un llamamiento a Turquía para que trabaje por la estabilización en la provincia de Idlib, donde está en vigor una zona de distensión para impedir nuevos combates.
"Esperamos que Turquía cumpla con sus compromisos en la zona de distensión de Idlib y estabilice la situación", ha asegurado el enviado para Siria del presidente ruso, Vladimir Putin. El representante del Kremlin ha dicho también que el presidente sirio, Bashar al Assad, apuesta por buscar vías de reconciliación nacional para poner fin a la guerra, que se prolonga desde marzo de 2011.
"Es muy importante que Bashar al Assad esté decidido a encontrar formas de reconciliación nacional. Hemos debatido en detalle el inicio del diálogo nacional entre las distintas capas de la sociedad siria", ha asegurado en la entrevista con las dos cadenas rusas, en referencia al último encuentro que ha mantenido con el mandatario sirio.
Lavrentiev se reunió la semana pasada con Al Assad durante unas tres horas para hablar de las negociaciones de paz. "Fue muy relevante y significativo que el presidente sirio hiciera una declaración para los periodistas y que Damasco siga comprometido con el lanzamiento de una reforma política (...) y los preparativos del proyecto de una nueva Constitución y las elecciones parlamentarias y presidenciales, en virtud de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU", ha asegurado.
Siria vive desde marzo de 2011 una guerra que ha acabado con la vida de más de 400.000 personas, según las estimaciones de Naciones Unidas, y que ha dejado a varios millones de personas desplazadas de sus hogares y refugiadas en países vecinos.