El diario británico ha entrevistado al padre de Rob quiée se siente orgulloso de su hijo. No tienen miedo de los leales al Estado Islámico ni de las posibles acciones de venganza. De hecho, asegura que pintará una diana de color blanco en la puerta de su casa con un letrero en el que diga "venid a buscarnos".
Y no es para menos. El dos de mayo de 2011, un grupo de marines asaltó la vivienda en la que se refugiaba el líder de Al Qaeda en la aldea paquistaní de Abbottabad. De su arma salió la bala que dejó mortalmente herido a Osama aunque otros marines completaron el trabajo con tros disparos que impactaron en diferentes partes del cuerpo.
Tras aquella acción, la más famosa, sin duda para el cuerpo de marines de la Armada de los Estados Unidos, Rob O'Neill fue felicitado oficialmente y condecorado. Incluso el mismísimo presidente Obama le recibió en la Casa Blanca donde le estrecho la mano acompañado del vicepresidente John Biden.
Pero ahora, las cosas han cambiado. O'Neil, tras 16 años de servicio en el cuerpo, más de 400 misiones y 52 condecoraciones, se ha apartado del servicio. La Armada le reprocha que dé detalles de aquella operación pero su familia considera que no puede estar callado y más cuando otros compañeros, como es el caso de Mateo Bissonette ya han adelantado parte de la historia.
Pero sobre todo son los recortes en los beneficios percibidos como marine lo que le han animado a contar su historia. Tras tantos años de sacrificio, su lincenciamiento antes de tiempo le ha supuesto la retirada de algunos programas sanitario y de pensiones algo que ha dasatado su enfado y el d su esposa.