"Reino Unido va a dejar la UE, pero la realidad del crimen transfronterizo persiste", ha explicado el secretario de Estado británico responsable de la Policía, Brandon Lewis, al anunciar la decisión.
Con todo, el Gobierno de Theresa May debe aún someter la decisión al Parlamento británico y después de recibir su visto bueno notificará la renovación a Bruselas.
El comisario responsable de Seguridad, el también británico Julian King, ha celebrado a través de las redes sociales el gesto anunciado por Londres y ha destacado que esa "estrecha cooperación" seguirá aportando "beneficios" en materia de seguridad a "todos los ciudadanos europeos".
Reino Unido ha destacado en su anuncio que la revisión del mandato de Europol permitirá luchar mejor contra la propaganda terrorista en la red y las actividades del crimen organizado.
El nuevo reglamento introduce un mecanismo de control de las actividades de Europol por parte del Parlamento Europeo, junto con los parlamentos nacionales, y refuerza al supervisor de protección de datos de la propia agencia, que será plenamente independiente y tendrá poder para intervenir.
Aunque Reino Unido es parte de Europol desde su creación en 1998, Londres obtuvo en 2014 el derecho a decidir si participa o no de cada política europea en materia de Interior ('opt-in').
El bloque comunitario negoció el pasado año cambios en el reglamento de Europol que entrarán en vigor en mayo de 2017, por lo que era necesario que los británicos dieran su visto bueno a continuar siendo parte de la agencia europea de Policía.
La victoria del 'Brexit' en el referéndum del pasado junio hizo temer que el país no renovaría su compromiso, dado que en cualquier caso deberá dejar Europol una vez se consume el divorcio de la UE.
En cualquier caso, fuentes británicas han afirmado que el Gobierno de May "explora opciones de cooperación" con Europol "una vez que Reino Unido abandone la UE", si bien han considerado prematuro especular sobre las posibilidades que se barajan.
Londres ha intentado abrir la vía de los contactos informales con el resto de Estados miembros, con el objetivo de ir dibujando el futuro de las relaciones, pero los Veintisiete han dejado claro que no negociarán hasta que Londres no active el proceso formal para consolidar su salida.