La crueldad que emplearon contra Ruby, de sólo dos años, fue aterradora. El padre biológico de la menor, Jordain Palmer, permitió que su novia Melissa maltratara una vez tras otra a la pequeña que terminó con fracturas en sus manos, en una muñeca y una pierna y moratones en casi la totalidad del cuerpo.
Por los hechos, ambos han sido condenados a cuatro años de internamiento cada uno. El caso ha sido tan extremo que el juez que lo ha instruido ha asegurado que "si tuviera el poder" les quitaría la posibilidad de tener más hijos en el futuro.
El juez David Ticehurst ha lamentado el hecho de que sus poderes como magistrado se limitaran a internar a Jordain y Melissa. "Es de lamentar que no tengo el poder para prohibirles a tener más hijos en el futuro", ha asegurado.
"Si tuviera el poder, lo usaría. No son personas apta y adecuadas para tener hijos", ha comentado el magistrado.
Según publica el Daily Mail, la pequeña presentaba un hueso de la pierna roto, y fracturas en la muñeca izquierda y el antebrazo izquierdo. Además, todas las uñas de las manos y los pies estaban rotas y ennegrecidas a causa de los golpes.